La eutanasia está clasificada de diferentes formas: directa e indirecta según el accionar médico, y voluntaria e involuntaria si se cuenta o no con el consentimiento del paciente informado y consciente.
Según el accionar médico
Eutanasia directa: cuando existe una provocación intencional del médico que busca la terminación de la vida del paciente. Esta a su vez posee dos formas:
Activa o positiva: se le considera activa o positiva (acción) cuando existe un despliegue médico para producir la muerte de una persona como suministrar directamente algún tipo de fármaco o realizando intervenciones cuyo objetivo es causar la muerte.
Pasiva o negativa: es pasiva o negativa (omisión) cuando la muerte es producida por la omisión de tratamientos, medicamentos, terapias o alimentos. En este tipo de eutanasia, la actuación del médico es negativa pues su conducta es de «no hacer». En otras palabras se culmina todo tipo de actividad terapéutica para prolongar la vida de una persona que se encuentre en fase terminal, pues se ha concluido que el tratamiento es inútil para el mejoramiento del paciente.
Eutanasia indirecta: es la que se verifica cuando se origina sin la intención de causar la muerte del paciente. Según la definición de eutanasia la indirecta no lo sería pues uno de los elementos de esta práctica es la provocación intencional de la muerte. En todo caso, la indirecta se da como resultado de efectuar procedimientos médicos intensos, con intención terapéutica, que pueden producir la muerte.
Según la voluntad del paciente
Voluntaria: es aquella en la cual es el paciente quien toma la decisión o por terceras personas obedeciendo los deseos que el paciente ha expresado con anterioridad en algún tipo de documento o grabación.
No voluntaria: ocurre cuando un tercero toma la decisión pues no es posible averiguar la voluntad del paciente por la imposibilidad de expresarla o porque este no ha dejado expresa su voluntad.
Involuntaria: sucede cuando un tercero toma la decisión pues no es posible averiguar la voluntad del paciente por la imposibilidad de expresarla, este no ha dejado expresa su voluntad y no se le consulta a los parientes.
